El escándalo de ASSE (Administración de los Servicios de Salud del Estado) está demostrando —una vez más— los dos pesos y las dos medidas que aplica el Frente Amplio, según se trate de “compañeros” o de “burgueses neoliberales”. El tema se trata profusamente en otras notas de este mismo número de Correo de los Viernes, por lo que solamente me referiré a las declaraciones del candidato del FA y al Comunicado de la FFSP.

Tabaré Vázquez, cuando se refiere a la investigación que puso de manifiesto la podredumbre dentro ASSE, reconoce en una primera instancia, que “ninguna fuerza política está vacunada contra la corrupción, porque no existe esa vacuna. En cualquier gobierno puede haber corrupción”.

Gran verdad, pero como no puede con su genio, enseguida agrega: “En un gobierno del FA podemos equivocarnos”. Para añadir la cantinela de la “herencia maldita”: “La situación de irregularidades en los hospitales públicos no empezó con mi gobierno, ya venía de antes, podemos meter la pata, pero no la mano en la lata”.

¿En qué quedamos, Dr. Vázquez? “Meter la pata” no es corrupción, es ineptitud (que es otra característica “progresista”, pero que no venía al caso en este preciso asunto). El Juez Dr. Néstor Valetti, dictó el procesamiento de diez personas por su implicancia con las maniobras de sobrefacturación en las horas cumplidas por la asociación civil "Buena Estrella", contratada para la limpieza hospitalaria.

Sin embargo, una de las cosas que más llama la atención en todo este turbio asunto es el Comunicado de la Federación de Funcionarios de Salud Pública, a sus compañeros, que es el paradigma de un pensamiento obsoleto y cómplice que pretende ser marxista, pero es marxismo de los Hermanos Marx.

Sin perjuicio de recomendar la lectura del comunicado íntegro que figura en el enlace antes citado, digamos que el documento sindical sostiene que Silva “desde el directorio de ASSE apoyó y acompañó hasta donde podía y se lo permitía su investidura. Con vehemencia y carácter que todos le conocemos. Con convicción y con la fuerza porque él y la FFSP creíamos que ese era el camino: la autogestión (y seguimos creyendo en ese camino)”.

¿Acompañamiento? ¿Sugerencia? Como lo ha dicho el Fiscal, el interés se traduce precisamente en generar acompañamiento, sugerencias, ciertos compromisos, el interés es un concepto muy amplio.

Porque a nadie se le escapa que una cosa es cuando alguien siendo Director de ASSE, imparte —dentro de sus competencias— líneas de política institucional, de seguimiento y otra es cuando desde ese cargo se pretende incidir en aspectos que no son funciones del directorio.

“Se lo acusa de promover con ímpetu el emprendimiento de los trabajadores”, sigue el Comunicado.“Se lo procesa porque sin recibir provecho propio y sin existir engaño, incidió desde su cargo (...) en la contratación de una cooperativa de trabajadores que acababan de quedar en la calle”.

Volvemos a citar al Fiscal cuando entiende que esos grados de incidencia que se generaban para atribuir el delito de conjunción, son también el consejo de cómo incidir o participar en determinadas licitaciones o contrataciones directas, optimizando algunos precios o tomando conocimiento de determinadas ofertas como para lograr un mejor posicionamiento de la empresa.

El loable principio de mantener la vigencia de esa cooperativa, de asegurar fuentes de trabajo, no puede ser llevado a cabo por un funcionario público, desde un cargo político gerencial de un órgano colegiado, como es el Directorio de ASSE, para negociar o incidir en esos intereses laborales.

Y el delirio invade el final del comunicado cuando la FFSP acusa a “la derecha rancia, las corporaciones, los operadores políticos, los empresarios y los burócratas” de haber iniciado la investigación a Silva. Concluyendo: “En definitiva: es una cuestión de clase”.

¿Fueron la derecha rancia, etc., etc., que llevaron al funcionario público Silva, a presionar pudiendo llegar a cometer el delito de concusión, que es la violencia privada del funcionario público? ¿Y fueron la derecha rancia, etc., etc., que obligaron mediante la amenaza o la violencia moral que supone la posición jerárquica de un cargo para que otra persona realice algo?

Y la frutilla de la torta es la lucha de clases que aparece al final. Clases sociales que en el marxismo (el de Marx) eran definidas por las relaciones de producción, la división del trabajo, el antagonismo entre explotados y explotadores.

Este marxismo (de los Hermanos Marx) del Comunicado, sería más provechoso si se hubiese basado en Enrique Santos Discépolo:

Hoy resulta que es lo mismo/ser derecho que traidor/Ignorante, sabio o chorro/ generoso o estafador/ (...) Es lo mismo el que trabaja/noche y día como un buey/ que el que vive de los otros...

Por último, digamos que el PIT-CNT relevó a Alfredo Silva de su cargo y lo que correspondía era que el Poder Ejecutivo lo destituyese. Sin embargo Silva presentó su renuncia en la Presidencia. ¿Por dignidad, para que no lo echaran? Quizás sí, pero en todo caso la renuncia le permitirá seguir cobrando el subsidio. ¿Seremos mal pensados?